jueves, 17 de mayo de 2007

¡ QUE FINAL ¡


EL META DETUVO TRES PENALTIS TRAS CIENTO VEINTE MINUTOS PARA ENMARCAR
Sólo Palop podía decidir esta UEFA


El Sevilla conquistó su segunda Copa de la UEFA consecutiva gracias a su héroe europeo particular, Andrés Palop. Después de ciento veinte minutos para la historia, sevillistas y pericos tuvieron que jugarse el título en la lotería de los penaltis y ahí el meta nervionense detuvo tres lanzamientos. La alegría inundó la zona sevillista de Hampden Park y La Cartuja, mientras la tristeza se apoderaba de la espanyolista, que defendió con orgullo y raza sus opciones de conquistar ese título europeo que tanto se les resiste. Los de Juande, con este nuevo título, dan un salto muy grande entre los grandes de Europa que esperan elevar al infinito optando a ese triplete para el que ya 'sólo' le quedan Copa del Rey y Liga.Lástima que sólo pudiera ganar uno. La entrega, coraje, calidad, esfuerzo y mil y un calificativos más con los que queramos envolver el juego con el que nos deleitaron sevillistas y espanyolistas. Pero tenía que ser uno el que se llevara el gato al agua y en la lotería de los penaltis la suerte, o el acierto, cayó del lado andaluz. Y es que teniendo bajo palos a Palop todo es más fácil. El valenciano rescató a su equipo en octavos de final cuando el Shakhtar Donetsk celebraba la eliminación del campeón. Su cabezazo recorrió medio mundo. Ahora es el turno de sus paradas. Tres lanzamientos de cuatro detenidos le convierten una vez más en el héroe de este Sevilla europeo.El encuentro empezó de tú a tú. El Sevilla dominaba, pero el Espanyol no se escondía y presentaba batalla. Las ocasiones no eran claras, pero ambos equipos pisaban el área rival con facilidad. Era un anuncio del espectáculo que nos esperaba. En uno de esos intercambios de golpes, Palop hizo la primera de las suyas. Sacó la contra con mucha celeridad buscando a Adriano en la banda izquierda y el brasileño hizo el resto. Se plantó ante Gorka y le batió con elegancia. Delirio en La Cartuja y en la grada sevillista.
Riera devuelve la ilusión Los pericos se levantaron del guantazo y buscaron la meta de Palop con sus armas. Riera, que hizo un partido memorable, encontró el premio al empuje blanquiazul con un derechazo que, tras tocar en Alves, se envenenó para superar la estirada del portero nervionense. La alegría cambiaba de bando y se iba al Sant Jordi y la zona perica de Hampden.Todo volvía a empezar y las intenciones de los equipos eran las mismas, soltarse mamporros (futbolísticos, por supuesto) hasta que uno no aguantara más. Puerta casi lo encontró de rebote, pero su disparo salió lamiendo el palo tras tropezar en Jarque. Tamudo, más ortodoxo, le pegó con todo, pero se encontró al de siempre. Con un partido de esos que hacen afición se llegó al descanso.Juande tiró de Jesús Navas en el descanso y poco después de Kerzhakov viendo el empuje perico. Y es que los de Valverde salieron dispuestos a comerse el mundo. Kanouté y Tamudo rivalizaron en ocasiones y Riera se sacó el zurdazo de la noche, pero se topó con el que iba camino de convertirse en protagonista de la final. Palop voló de forma espectacular para evitar el tanto, desviando el disparo del zurdo perico al larguero.
Moisés ve la segunda amarillaPara que no le faltara ningún ingrediente a la final, Moisés Hurtado calculó mal y se fue camino de las duchas. El Espanyol acusó la inferioridad y el Sevilla, crecido, se fue a por el encuentro. Valverde retiró a Tamudo para reforzar la retaguardia y los pericos se atrincheraron buscando el minuto noventa. Quedaba mucho que nadar para alcanzar la orilla y las ocasiones sevillistas fueron llegando. Kerzhakov la mandó a las nubes cuando se cantaba el gol y Drago hizo lo propio después de que Gorka sacara una mano prodigiosa en un cabezazo a bocajarro de Kanouté.Pero los minutos pasaron y el Espanyol, rendido, llegó a la orilla con el empate intacto. Quedaba media hora para llegar a la lotería de los penaltis, pero el Sevilla también acusaba el cansancio. Sin embargo, sus once hombres le obligaban a llevar la voz cantante en el juego. Su dominio fue total, pero las oportunidades no eran claras. Hasta que al borde del descanso se la prórroga, Navas entró por la derecha, centró raso y Kanouté no faltó a su cita con el gol. Los sevillistas explotaron de júbilo y los pericos se vinieron abajo.
Puerta y Alves tuvieron la sentencia En la segunda parte de la prórroga el Sevilla tuvo al espanyol a su merced. Puerta y Alves tuvieron la sentencia en sus pies, pero se toparon con otro porterazo, Gorka. Cuando todos daban la final por finiquitada, Pandiani controló un balón cerca de la frontal y dejó pasar a un tranvía llamado Jonatas, que le pegó con el alma pegada al palo derecho de un Palop que sólo pudo acompañar la trayectoria del balón hacia la red. Qué más se podía pedir a una final como ésta. Los corazones se ponían a mil. Qué bonito es este deporte.Sin embargo, había que jugarse el fútbol en la peor de las suertes: los penaltis. Luis García falló el primero del Espanyol tras el gol inicial de Kanouté, pero Alves le dio emoción al fallar el suyo. En ese momento apareció la majestuosa figura de Palop que fue un muro para los lanzadores pericos y llevó la segunda UEFA a las vitrinas sevillistas. Los aficionados nervionenses están de enhorabuena y los pericos deben estar orgullosos de un equipo que se dejó la piel por ellos. ¡Viva el fútbol español!




por Javier Caballero

No hay comentarios: